Si eres propietario de una vivienda alquilada en Cataluña, ¡esto te interesa! Con la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, existen bonificaciones fiscales importantes que pueden ayudarte a reducir tu factura en el IRPF. Veamos qué puedes desgravarte y cómo funciona el sistema de reducciones, que puede llegar hasta el 90% del rendimiento neto.
Cuando alquilas una vivienda, no estás obligado a tributar por todos los ingresos que recibes. La Agencia Tributaria permite deducir una serie de gastos relacionados con el alquiler, de manera que solo tributas por el rendimiento neto. Esto significa que puedes descontar muchos de los costes que asumes como propietario, lo cual puede suponer un ahorro fiscal muy importante.
Estos son los principales gastos deducibles si tienes un piso alquilado:
Si compraste la vivienda con financiación, puedes deducir los intereses del préstamo, pero no el capital amortizado. Este es uno de los gastos más relevantes para los propietarios que siguen pagando hipoteca.
Son deducibles los gastos para mantener el inmueble en condiciones de habitabilidad, como:
Reparaciones de fontanería, electricidad o electrodomésticos
Pintura y pequeños arreglos
Sustitución de elementos deteriorados (caldera, grifería, etc.)
🔸 ¡Ojo! No se pueden deducir las reformas que aumenten el valor del inmueble, ya que se consideran inversión.
Puedes deducir el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), la tasa de basuras y cualquier tributo municipal vinculado al inmueble.
La cuota de la comunidad, así como los fondos extraordinarios aprobados, son totalmente deducibles siempre que afecten al mantenimiento del inmueble.
Se pueden deducir las primas del seguro del hogar y otros seguros vinculados al inmueble, como impago de alquiler o responsabilidad civil.
La ley permite deducir el 3% anual del valor catastral (excluyendo el suelo) como amortización del inmueble, entendiendo que el bien se va depreciando con el tiempo.
Si contrataste una inmobiliaria para alquilar el piso, sus honorarios también son deducibles como gasto de gestión.
Si como propietario estás asumiendo los suministros del piso, puedes deducirlos siempre que no los repercutas al inquilino.
También puedes deducir:
Limpieza del piso tras la salida del inquilino
Certificados energéticos o de habitabilidad
Costes legales, como redacción de contratos o intervención de abogados si hubo impagos
Si el alquiler es de una vivienda situada en zona tensionada.
Y rebajas el precio del alquiler al nuevo inquilino al menos un 5% respecto al contrato anterior.
Cuando el arrendatario es un joven entre 18 y 35 años.
O es una administración pública o entidad sin ánimo de lucro.
Si has realizado obras de rehabilitación energética en los 2 años anteriores al alquiler.
Debe suponer una mejora mínima del 30% en eficiencia.
Es la reducción general por arrendamiento de vivienda habitual en zonas NO tensionadas.
Para nuevos contratos de alquiler de vivienda en zona tensionada si se alquila por primera vez y se establece una renta inferior a la fijada como precio de referencia autonómico.